viernes, 17 de junio de 2011

Un asunto de dignidad más que de diferencia



A lo largo de la historia, el homosexualismo, especialmente entre hombres, ha estado presente marcando una pauta importante en las relaciones sociales, tal y como es revelado en antiguos escritos de filósofos griegos quienes relataban historias de romance entre maestros y alumnos, las cuales eran catalogadas según el estatus, la edad y otros factores que iban más allá del sexo biológico. Desde entonces y dependiendo de la cultura, los comportamientos que están orientados a preferencias por el mismo sexo, han causado gran controversia en la sociedad.

Existen registros de que en América, durante la época del descubrimiento e incluso en la colonia, se presentaban encuentros homosexuales entre los indígenas, lo cual era algo totalmente normal para las culturas amerindias, quienes tenían una perspectiva completamente diferente respecto al cuerpo, la desnudez, las relaciones con los demás individuos, la virginidad, entre otros aspectos que atañen a la sexualidad. Sin embargo, al llegar los europeos al territorio ame

ricano, impusieron sus creencias, su cultura, sus costumbres y tacharon la sodomía (sexo anal) como un pecado mortal, el cual que era fuertemente

castigado. Así, se inicia una serie de persecuciones absurdas que pretendían acabar con un mal inexplicable, según las autoridades de la época.

La homofobia es entendida como el rechazo o discriminación hacia las preferencias sexuales por el mismo sexo e incluso hacia el transexualismo y bisexualismo. Tales rechazos, según estudiosos del tema, puede deberse a diversos factores en los que se encuentran, principalmente, actitudes homosexuales reprimidas de quien siente aversión por estas práctica

s o condiciones propias de una cultura machista que prohíbe el contacto íntimo entre personas del mismo sexo, ya sea por cuestiones religiosas o como una forma de control de órdenes

sociales.

Aún en nuestra época y a pesar de la importancia que viene adquiriendo el respeto por los derechos del hombre y el ciudadano, se encuentran países que catalogan el homosexualismo como un delito nacional, y es por tanto castigado bajo la normatividad de sus constituciones. Es tal la severidad de esta situación que aún en la actualidad, la discriminación por las preferencias sexuales, es la responsable de muchos de los crímenes y asesinatos en las grandes ciudades, tales acontecimientos son llevados a cabo, principalmente, por neonazis que buscan hacer una “limpieza social” con el fin de acabar el mal ejemplo para los niños, según argumentan ellos.

¿Quién determina lo que es bueno o apropiado, si son precisamente aquellos quienes creen tener la razón, los responsables de cobrar la vida de una persona por defender lo que consideran correcto? La sexualidad, a pesar de der un factor fundamental en el desarrollo de la persona, no determina qué tan bueno o malo sea un individuo, ni debería servir para catalogar lo que una persona puede o no hacer, tal es el caso de la discriminación a nivel laboral por la que pasan muchas personas que son rechazadas sin siquiera gozar con la oportunidad de demostrar sus habilidades como buenos profesionales, y todo esto por el hecho de no tener unas preferencias que ya están determinadas por una sociedad.

Es por tanto de vital importancia, hacernos personas tolerantes y ecuánimes, lo suficientemente responsables de una sociedad que señala la diferencia como imperfecto, para educar niños que tengan principios firmes y que sean capaces de tomar sus propias decisiones, y no guiados por lo que una cultura les determine como bueno para que puedan alcanzar su felicidad, basándose en lo que ellos establezcan autónomamente como su proyecto de vida.

“La homofobia contribuye a reforzar la frágil heterosexualidad de muchos hombres.” Elizabeth Badinter


Juliana Correa Acevedo

Local Officer on Reproductive Health including AIDS (LORA)

Asociación Científica de Estudiantes de Medicina UdeA


Articulos y paginas de interes:

- http://www.homofobia.org/index.html

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